Los beneficios de los aceites esenciales
Todo comienza con un olor.
La aromaterapia usa aceites esenciales de las plantas con fines medicinales. Se utilizan de manera terapéutica a través de la inhalación o aplicándolos directamente sobre la piel, dependiendo de la dolencia.
Cada vez que un olor entra por nuestra nariz, estimula los nervios olfativos que envían dichos olores en forma de señales químicas al cerebro, concretamente al hipotálamo y al sistema límbico. Este último es el encargado de la modulación de las emociones básicas. Según el tipo de aceite que se utilice, la sensación que producen puede ser calmante o estimulante. Por lo tanto, hay una relación directa entre lo que olemos y nuestro estado de ánimo.
Entre los variados y destacados beneficios de la aromaterapia también se encuentran:
El alivio del dolor, gracias a sus efectos analgésicos.
Actúa como antihistamínico y potenciador de las defensas.
La reducción del estrés.
Ayuda a contrarrestar la depresión, la ansiedad y el insomnio.
Se trata de un potente estimulante e incluso afrodisíaco.
Ayuda a evitar el envejecimiento de las células, debido a las propiedades antioxidantes de las plantas.